¿Qué es la hipercolesterolemia?

Es el exceso de colesterol en la sangre que favorece la formación de depósitos de grasa en las arterias, dificultando el paso de la sangre y causando enfermedades del corazón y circulatorias.

Simplificando un poco clasificamos el colesterol en dos tipos: colesterol-ldl o colesterol malo, el que causa problemas en arterias si se encuentra en la sangre en exceso; y el colesterol-hdl o colesterol bueno.

Este último es el que tiene un efecto beneficioso para la salud, pues elimina el exceso de colesterol de las arterias, las limpia aunque la realidad es que el colesterol es necesario para el correcto funcionamiento del organismo humano. No habría pues colesterol bueno o malo. Serían las cantidades excesivas o reducidas de un colesterol u otro las que provocarían las enfermedades.

¿Cómo evitar las enfermedades cardio vasculares?

Además de las alteraciones del metabolismo de los lípidos (grasas) hay otros factores importantes de riesgo cardiovascular, y uno que ya sabemos es el tabaco. Así que dejar de fumar ayudaría y mucho.

El ejercicio como ya es sabido, es un buen aliado. Ejercicio un poco intenso, del que hace sudar. Un paseo de media hora a buen paso, esto si nuestras condiciones físicas lo permiten, si no realizar aquello hasta lo que podamos llegar. No extenuarnos pero sí sentir que el cuerpo se ha movido, se ha oxigenado y buscar ejercicios que mejores nuestra flexibilidad, física como mental.

La alimentación también juega un papel imprescindible. La famosa dieta mediterránea, ayuda a disminuir el exceso de colesterol en sangre y parece fundamental en la prevención de enfermedades cardiocirculatorias. Así como comer lo justo y necesario, disfrutar de la comida y no atormentarse con dietas demasiado estrictas. Un aliado de la salud, consiste en pensar en positivo y de manera responsable mientras comemos. Decirnos qué bien me sienta esta u otra comida, favorecerá a que así suceda. ¡Desengrasemos también los pensamientos!

He aquí una propuesta de con qué llenar nuestro carro de la compra

Aumentar el consumo de fibra alimentaria (verduras, hortalizas frescas, frutas) y la ingesta de líquidos con baja acidez ayudará a la correcta fluidez de los nutrientes por el cuerpo y la expulsión de aquello que el cuerpo no necesita en ese momento.

Se recomienda consumir legumbres, unas tres veces por semana; la avena, ya que absorbe el colesterol y lo expulsa del cuerpo; así como, la ingesta de carnes blancas de tipo pollo, pavo y conejo y carnes magras (cerdo, cordero o ternera). En el caso de no comer carne, sustituirlas por proteínas vegetales que además, están exentas de colesterol. Además de las verduras y frutas mencionadas, se pueden añadir algas marinas, quínoa, soja y derivados, miso, frutos secos (sobre todo las nueces) levadura de cerveza (además ayuda a las uñas y el cabello), etc.

Así como el famoso pescado azul, sardina, caballa, salmón, los huevos unas tres veces por semana, y la clara es de consumo libre (muy rica en proteínas).

Se pueden utilizar especias o hierbas aromáticas, pimienta, zumo de limón, vinagreta, mostaza, sofritos (salsa de tomate, ajo y cebolla o puerro, elaborado con aceite de oliva, etc.

Por supuesto, el agua, unos de nuestros grandes tesoros. Una recomendación, beber cerca de un litro y medio al día. También infusiones y zumos naturales para hidratarnos y nutrir nuestro organismo. Nuestro cerebro nos manda las mismas señales para hacernos saber que tiene hambre o sed, estas señales están controladas por las misma área cerebral. Por lo que antes delejarnos llevar por la ansiedad hambruna, recomendamos beber bien de agua y si el hambre persiste, pues comer y disfrutar.

El vino, con moderación y depende de cada persona, también ayuda a regular.

La verdad es que se puede hacer una dieta rica y variada para cuidarnos, económica y sostenible.

Ama-te y cocina-te con derroche.